Las experiencias buenas son las que nunca se olvidan, aquellas que siempre perecerán en nuestras memorias. Nos hacen disfrutar cada segundo de nuestro tiempo y somos felices pensando que nunca se acabaran...
Ni siquiera pensamos en el final hasta que esta cerca, y agarramos cada soplo de aire como si estuviéramos atado a él, para no olvidar que también respiramos allí.
Pero llega el final, y llega demasiado pronto, tan temprano que no nos da tiempo a dejar volar nuestro soplo de aire.
Te dan ganas de despedirte de algo que jamas se repetirá y piensas: ya? tan pronto?
Pues si, ya, despide te de todos, llora todo lo que quieras y más, y deja recuerdos de esto en todos los pedazos de tú alma.